21 noviembre 2008

Defecto de fábrica


(No son los guisantes de mi cena, es mi virus)



Hala, lo he conseguido, me he resfriado. Sabía que tarde o temprano intentar seguir la moda de sudadera por debajo y camiseta con dibujo grunge por encima y pasear los sábados noche por ahí dando tumbos iba a llevarme al borde de la muerte. Ahora soy un amasijo de babas y mocos.... Por dios ¿como se puede perder tanto líquido por la nariz? Ya no gasto paquetes de clinnex, ahora voy directamente a por los paquetes de servilletas dobles del Carrefour: no hay que desplegarlas y son de un solo uso... Absorvente, dicen.... cada vez que me sueno los mocos con eso me acuerdo de las manualidades que hacía en el colegio, esas de papel de periódico mojado y escayola. Bueno, supongo que con el nivel actual de secrecciones tengo para hacer un par de ceniceros cada hora... qué coño, creo que puedo echar una mano en cualquier clínica de traumatismos varios, escayolando piernas.
Tengo la nariz irritadísima, y esto va a peor.... ante el dolor no he tenido más remedio que untarme vaselina por dentro y fuera, con lo que ahora, cada vez que respiro, tengo la impresión de que tengo un condón puesto en la nariz, y como tengo la costumbre de respirar, es una sensación de latex-vaselina de lo más desagradable. Todo con tal de no recurrir a la farmacología estándar, ya que me he enterado a mi vejez que el paracetamol es peligroso para mi salud. Achaques, achaques y más achaques. Y eso que yo soy un tío que nunca se queja por nada respecto a temas sanitarios. Puedo aguantar con dos esguinces (uno en cada tobillo) durante semanas, e incluso cogerle gustillo eso de correr haciendo "claka claka" ya que me sirve para pillar el ritmo de la carrera, o de tener una berruga en la mano que ya es como de la familia, a pesar de intentar congelarla, recortarla con las tijeras, quemarla y lo último que estoy haciendo: disolverla con ácido.....

Desastre, sí, lo sé.

15 noviembre 2008

Caóticos Catastrofistas S.A.

Para su información, comunico al personal presente que sigo más o menos vivo y que afronto este último trimestre del año con la franca esperanza de que acabe lo antes posible, eso sí, estoy hasta las narices de todo.
Si miro atrás veo que el año tampoco ha sido tan malo, que he dejado atrás amistades que siempre he considerado como pilares de mi equilibrio existencial* (y que he perdido sin saber muy bien cómo, todo sea dicho) y he reforzado otras que en un principio me parecían muy peregrinas, llegando a apreciar cosas y comportamientos que antes siempre había pasado por alto. Sigo siendo el mismo y me siento más o menos orgulloso de mí, con mi estabilidad caótica*, mi catastrofismo extremo* y mi paranaoia autocomplaciente*. Eso sí, quiero agradecer a quien me soporta, a quien me aprecia y sobre todo a quien diariamente me ve el careto, que eso sí que es un continuo estado de "situación crítica*" y no lo que ocurre con la Bolsa. Advierto que en persona soy mucho más majo, y que lo que véis es lo que soy (bueno, lo que leéis, ¿eh...?)


Glosario:

- Equilibrio existencial: aguantarme día a día, ya sea por mí mismo o por otras personas de igual o diferente sexo.

- Estabilidad caótica: Que sé explicar en qué consiste el principio de incertidumbre de Heisenberg pero no me acuerdo qué he cenado hoy.

- Catastrofismo extremo: siempre va a pasar algo malo, y si no pasa, no es que no haya pasado, sino que no nos hemos dado cuenta de ello.

- Paranoia autocomplaciente: ver vídeo "soy un disfraz de tigre" un poco más abajo de de este post. Sobran más comentarios.

- Situación crítica: véase rutina, día a día.

06 noviembre 2008

La muerte me persigue


(joer, el comodín de esta baraja es muy raro)


Me sorprende mucho que la gente tenga pánico a la muerte, pero creo que es culpa de la cultura occidental, que nos enseña a evitarla y temerla de una manera obsesiva. Mas aún, tenemos una religión que nos explica continuamente que hay un paraíso tras cruzar la puerta donde viviremos eternamente en armonía.... Si es así, ¿qué tememos? Es incomprensible.
El tema religioso lo veo más o menos lógico. Con el paso de los siglos, el hombre ha tenido que idear un panorama que trate de explicar que nuestra vida es algo más que vivir unos cuantos años con la seguridad de que antes o después todo se va a acabar, entonces hemos ideado todo un variopinto muestrario de rituales, teorías y explicaciones a cual más inverosímil que trate de consolar nuestra triste realidad: que todo tiene un fin, hagamos lo que hagamos por evitarlo o por crearnos ilusiones de inmortalidad.
¿Y todo esto a qué cuento? pues nada, que llevo unos días viendo la guadaña por ahí.... que la sensación se convierte en obsesión y que me resulta cuanto menos gracioso que me haya montado una película apocalíptica sobre este tema. Si encima unimos a esto el hecho de que esté taquicárdico perdido y con la tensión de un colibrí (¡hay que ver lo que le late el corazón a ese bicho!), tengo un menú degustación como para compartir menú y tertulia conmigo. Pero ojo, no soy pesimista, supongo que es una faceta más que acabará cuando tenga que hacerlo, si no la palmo antes, claro, jajajajaja.