Mi vida se encamina inexorablemente hacia el caos más absurdo. Cada vez que intento hacer un alto y replantearme conceptos importantes de mi vida, me complico ésta de una forma tan grande que acabo convertido en un imbécil con patas (sí, con patas, ya que la movilidad es algo muy importante para un imbécil). A decir verdad, tampoco creo que la sensación de imbécil con patas sea negativa, es más bien el sentir un pequeño pánico por el rumbo tan inestable lo que me preocupa. Vale, esto también es un sinsentido. Me explico. Cuando llego un domingo por la mañana después de haber salido toda la noche del sábado y me miro al espejo, me digo "esto no debe continuar", pero no es la frase del típico domingo resacoso en plan "mi última vez", es la frase del "tío, ya tienes una edad y debes apuntar tu vida a ser un tío tranquilo, y no merece la pena desfasar porque te resentirás, te lo aseguro". No soy un fiestero, lo aseguro, más bien me dejo llevar por la "alegría nocturna" que se respira a mi alrededor. Creo que mi vida debe responder a una especie de orden básico, y plantearme incluso unas normas de comportamiento que bajo ningún concepto debo infringir. Lo haré... por el momento, sin contraórdenes repentinas que me lleven al desorden.
A ver cuánto tiempo tardo en cargármelo.... ¿cuánto queda para el fin de semana?
27 octubre 2008
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4 comentarios:
Y hacer lo que te apetece (en este caso salir los fines de semana) no te hace sentir bien?.... es un privilegio que deberíamos valorar, no crees??
Yo creo que en el caos está el orden...De todos modos, no creo que sea tan malo, sé de gente que desfasa mucho más que tú, tranquilo..y encima te lo pasas bien, no??? qué más quieres...???
El caso es que tú dejas que las cosas pasen, no lo planeas como otros. Yo creo que ni tan mal.
Pero bueno...tú disfruta dentro de un orden y ya verás como el caos empieza a ser menos jaja....
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