Acto I:
Acto II:
Estoy totalmente enganchando a un puñetero juego de ordenador. Hoy he estado jugando durante cuatro horas seguidas y ni me he enterado del paso del tiempo, salvo cuando se me ha quedado agarrotado el nudillo del dedo índice y dormida una pierna. El juego consiste en ir cumpliendo misiones consistentes en lidiar sin descanso con seres deprimentes en plan zombies sin cabeza o esqueletos que lanzan flechas, lo cual no se diferencia en lo más mínimo de mi trabajo diario. Supongo que el juego es una prolongación de la rutina laboral, sobre todo cuando aparece el mago malísimo que se encarga de joderme todo lo que llevaba recorrido hasta el momento.
Acto III:
Me dirijo al trabajo en coche como cada mañana durante los últimos ocho años, salgo de la autovía y entro por la comarcal como siempre por el mismo cochino desvío. Pero hoy no es un día como los demás, el cielo se oscurece de repente y surge un enorme meteorito que me adelanta (por la derecha, qué descarado) para impactar contra la entrada del edificio que tan bonitos momentos me ofrece diariamente. Cae el telón envuelto en llamas. Aplausos.
2 comentarios:
Lo de la camiseta es una buen idea...paténtala!!
¿Qué te habías fumado cuando "viste" lo del meteorito? Tanto juego te stá trastornando...
Saludos!!
Pues la verdad es que mucha gente debería de ponerse la camisetita ésa jeje...
Has probado a llevar al curro el ratón de tu casa, quizás funcione y puedas eliminar a tu jefe con él... ;)
Saludos!
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