El tipejo, saludando a la entrada del garito
"El planeta de los diez mil bares" es el título de una sub-novela de ciencia ficción de serie Z que tengo y que compré hace años en un puesto del Rastro de Madrid. Va sobre un astronauta patético y borracho que va de planeta en planeta como soldado de fortuna, vamos, que la cosa es en plan humor negro-crítica social y que me ha venido estos días a la cabeza visto la de bares, antros, garitos, y semisótanos que hay en Madrid y que me ocupo de visitar concienzudamente.
En Madrid hay bares en cualquier sitio: En el metro, sobre un puente en las obras de la M-30, junto a los parques, dentro de los parques, en azoteas, en plazas..... y cada uno tiene algo especial y su clientela fija. En prácticamente una semana he pasado a visitar un antro que presumía de tener el record Guiness en variedades de cerveza por metro cuadrado (y luego resultaba que como apenas tenía metros cuadrados, el hecho de tener los tres tipos de mahou ya era en sí un record), o una taberna irlandesa que no lo era (mucha madera y nombres murphyenses, pero sonaba reaguetton y chunda-chunda) o un restaurante con el que completé la "semana de los macarrones". Todo variado y curioso, original u hortera, experiencia al fin y al cabo.
Ahora vendrá folcwine y dirá que no era tanto, pero claro, 8 km navegando en círculos y cruzando parques para ver a un calvo que tenía el don del teletransporte supongo que valen la pena. Anda ya.
En Madrid hay bares en cualquier sitio: En el metro, sobre un puente en las obras de la M-30, junto a los parques, dentro de los parques, en azoteas, en plazas..... y cada uno tiene algo especial y su clientela fija. En prácticamente una semana he pasado a visitar un antro que presumía de tener el record Guiness en variedades de cerveza por metro cuadrado (y luego resultaba que como apenas tenía metros cuadrados, el hecho de tener los tres tipos de mahou ya era en sí un record), o una taberna irlandesa que no lo era (mucha madera y nombres murphyenses, pero sonaba reaguetton y chunda-chunda) o un restaurante con el que completé la "semana de los macarrones". Todo variado y curioso, original u hortera, experiencia al fin y al cabo.
Ahora vendrá folcwine y dirá que no era tanto, pero claro, 8 km navegando en círculos y cruzando parques para ver a un calvo que tenía el don del teletransporte supongo que valen la pena. Anda ya.
5 comentarios:
Pues yo creo que en este país sí que tenemos el record de bares...sea en Madrid o en casi cualquier lao...es lo primero que abren en cuanto hay un heco vacío...¿será porque los llenamos? jaja...
Saludos y muy interesantes tus andanzas...
Si, en España otra cosa no, pero bares...¡¡los que quieras!!
Saludos!!
Pues aquí en Andorra donde me hallo en estos momentos, otra cosa no pero hoteles y restaurantes los tienes por castigo. Eso sí de bares de copas y discotecas nasti de plasti. Esta gente con el frío se aletarga y no sale por las noches (digo yo).
Bueno, voy a ver en qué restaurante caigo hoy para cenar...
Besos casi bajo cero.
SOLO FUE UN PASEITO,QUEJICA,Y NO HAS NOMBRADO AL BAILARIN-SIMIO O QUE LAS CHICAS DE ESE BAR SIEMPRE VAN DE TRES EN TRES.Y EL CALVITO YO CREO Q ERA TENSHIAN DISFRAZADO(EL DE DRAGON BALL)PORQUE SE LE DABA UN AIRE.YO ME PASE BIEN
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